El más común y extendido de nuestros pájaros carpinteros, el pito ibérico, es un ave inconfundible de la que, en muchas ocasiones, tendremos referencia por su característico canto, una especie de sonoro relincho que delata su presencia en las arboledas ribereñas, los bosques caducifolios y las áreas ajardinadas donde se instala. Activo consumidor de invertebrados, este pícido dispone de una larga y pegajosa lengua con la que prospecta los resquicios de los hormigueros en busca de los huevos, larvas y adultos que constituyen la base de su dieta.
El pito ibérico es un pájaro carpintero grande y robusto, de aspecto inconfundible, en cuyo plumaje dominan claramente los tonos verdosos, más intensos en las regiones dorsales, ligeramente grisáceos en las ventrales y con matices amarillentos en el obispillo. Carece de moteados y listas salvo, tenuemente, en la región anal, pero luce un llamativo patrón de coloración en la cabeza, donde el píleo es rojo y los ojos, amarillentos, aparecen enmarcados por un antifaz negro.
Los machos y los jóvenes presentan una bigotera negra y roja, que es exclusivamente negra en las hembras. El plumaje juvenil se caracteriza por ser fuertemente moteado, especialmente en las partes inferiores, aunque, en conjunto, su coloración es más apagada que la del adulto, no presentan antifaz y poseen un iris más oscuro.
Su vuelo es muy característico, con una trayectoria ondulatoria en la que el ave combina tramos en los que bate las alas con otros en que las pliega.
El canto de esta especie es inconfundible y lo emiten tanto machos como hembras a lo largo de todo el año. Se podría definir como una especie de relincho, muy sonoro, que el ave ejecuta en una secuencia rápida, de unos dos o tres segundos de duración. Al contrario que otros carpinteros, no es habitual que el pito real use el tamborileo para comunicarse.
El pito ibérico se distribuye ampliamente por toda la Europa templada y mediterránea, desde Portugal hasta los Urales, aunque sin sobrepasar los 60 grados de latitud norte.
Es el pícido más extendido de la Península, donde habita la subespecie sharpei. Se reparte por buena parte del territorio, aunque resulta más raro en algunas regiones, como las comarcas más abiertas de Extremadura, ciertos puntos del valle del Ebro y Levante, así como el valle del Guadalquivir. Falta en ambos archipiélagos, Ceuta y Melilla.
Longitud
31-33 cm
Envergadura
40-42 cm
Época observación:
Fuente: wikipedia