Uno de los sonidos todavía frecuentes durante la primavera en las regiones abiertas de casi toda nuestra geografía es un canto algo metálico, machacón e inconfundible que, desde lo alto de un cable, una alambrada o un arbusto, emite un pájaro un tanto voluminoso y de tonos discretos. Es el escribano triguero, granívoro aún abundante (a pesar de la intensificación agrícola y los pesticidas) en casi todos los lugares propicios de la Península y ambos archipiélagos.
El escribano triguero es un ave bastante voluminosa, de tamaño considerablemente mayor que otros escribanos, que presenta un plumaje dominado por los tonos terrosos y blanquecinos con abundantes listas, lo que le confiere un aspecto parecido al de los aláudidos. En la cabeza, no obstante, se hace evidente su pertenencia a la familia de los emberícidos, sobre todo por poseer una bigotera blanca enmarcada por una lista superior oscura y por la presencia de un pico característico, aunque más grande que el de otros escribanos, adaptado al consumo de granos.
Pájaro muy cantarín, repite incansablemente desde un alto posadero un trino muy característico, que comienza titubeante y que se acelera a continuación para acabar con una especie de chirrido, zickzik-zikrisstrrr. Como reclamos cortos de llamada emite un tsritt o un bit breve y algo metálico.
Se extiende ampliamente por las regiones templadas de Europa y Asia occidental. Al sur del Mediterráneo solo aparece en el Magreb y en las islas Canarias.
Es una especie abundante que se distribuye bien por toda la Península y ambos archipiélagos (excepto las islas de La Palma y Lanzarote), aunque aparece de forma fragmentada en la región eurosiberiana, sobre todo en ciertas áreas la cornisa cantábrica y las comarcas más atlánticas de Galicia. También falta en Melilla.
Longitud
17-18 cm
Envergadura
26-30 cm
Época observación:
Fuente: wikipedia