El gorrión molinero es el más frecuente de las campiñas arboladas, los sotos y las dehesas, siempre que en sus proximidades cuente con áreas abiertas en las que obtener alimento.
El más pequeño de los gorriones europeos presenta una coloración parecida a la del gorrión común, es decir, dorso marrón listado de negro y pecho gris muy claro. Se diferencia, no obstante, del común por su extensa capucha de color acastañado y por una llamativa mancha negra que destaca vivamente en la blanca mejilla. Además, luce un collar blanco, que se interrumpe en la nuca, del que carece el gorrión común. El pico es menos robusto que el de su cercano pariente y el babero, considerablemente más reducido.
En esta especie no hay significativas diferencias de plumaje entre machos y hembras, por lo que resulta imposible diferenciarlos en el campo.
Los jóvenes, hasta finales del verano, se diferencian de los adultos por sus mejillas de color blanco sucio, carentes de mancha negra.
El molinero se comporta de manera más nerviosa que el gorrión común y permanece menos tiempo en el suelo.
Es un ave bastante silenciosa. Sus sonidos son parecidos a los de otros gorriones, aunque algo más agudos y menos sonoros. Compagina los habituales chit con rápidas repeticiones tett-tet-tet.
El gorrión molinero se distribuye por gran parte del Paleártico, desde el Reino Unido hasta la India y Japón. Por el sur alcanza el noroeste de África, donde se ha afincado tras una reciente colonización.
La especie está presente por toda la Península, aunque se encuentra mejor distribuida por ambas Mesetas, sur de Aragón, Comunidad Valenciana y Cataluña. Aparece también en Baleares (Ibiza y Mallorca) y en la isla de Gran Canaria, fruto de una reciente colonización en los años ochenta del siglo pasado. En Galicia y la cornisa cantábrica, la población de gorrión molinero está más fragmentada. No cría en Ceuta ni en Melilla.
Longitud
12,5-14 cm
Envergadura
20-22 cm
Época observación:
Fuente: wikipedia