Polluela pintoja

Su mayor tamaño, así como el diseño característico de las plumas del pecho a base de un profuso moteado blanco sobre fondo grisáceo, permiten diferenciar a la polluela pintoja del resto de las polluelas europeas. En todo caso, dado lo discreto de sus hábitos, más que verla, resultará mucho más fácil escuchar su reclamo. Aunque puede considerarse muy rara en nuestro país como reproductora (su población aparece restringida a unos pocos enclaves dispersos por la Península), su presencia, sin embargo, se hace más abundante durante el invierno. La polluela pintoja aparece distribuida por buena parte del continente euroasiático, desde el Atlántico hasta China, a excepción de las áreas más septentrionales. Actualmente no hay registros de su reproducción en la Península. En España, la polluela pintoja es observada principalmente en sus pasos migratorios, siendo más notorio el prenupcial, y concentrándose entre mediados de febrero y de abril, con máximo a mitad de marzo. En cualquier caso, su presencia en nuestro país se puede considerar caso como moderada. En Baleares es un invernante escaso y, en Canarias, accidental. La polluela pintoja es un ave de modesto tamaño, si bien algo mayor que el resto de sus congéneres, y su plumaje, aunque también críptico, se caracteriza por el abundante punteado blanquecino dibujado sobre el pecho grisáceo, diseño al que hace referencia el nombre vulgar de la especie. En la coloración de las regiones dorsales domina el pardo con estrías blancuzcas, en tanto que los flancos aparecen barrados de pardo, blanco y negro. Otro rasgo que la distingue de las otras polluelas es la tonalidad blanco-amarillenta que lucen las infracoberteras caudales. El pico es amarillento con la base rojiza. Las hembras, aunque similares a los machos, resultan en conjunto más apagadas y con un moteado más profuso, al igual que los jóvenes, si bien estos se diferencian por el color pardo del pico. Emite un agudo güett o güitt, que repite durante bastante tiempo