Si la buscarla unicolor, la otra especie que habita en España de este poco conocido género de pájaros, es más propia de las densas manchas de vegetación palustre de nuestros humedales más mediterráneos, la pintoja es, en cambio, habitante de los herbazales y matorrales de la fresca y húmeda franja costera cantábrica. Al igual que su pariente, la buscarla pintoja es también muy esquiva y resulta mucho más fácil de detectar por su inconfundible canto, que recuerda al sonido chirriante producido por una chicharra o por el rebobinar de un carrete de pesca.
Se trata de un pájaro de pequeño tamaño muy difícil de observar, dados sus hábitos retraídos. Posee el dorso de color pardo con ligeros tonos oliváceos y muy moteado de oscuro, en tanto que las zonas ventrales resultan pálidas o amarillentas y los flancos, rayados. La cola es redondeada y presenta las infracoberteras largas y moteadas. Se refugia habitualmente entre la vegetación densa, donde se mueve como un ratón cuando trepa por los tallos de la maleza, si bien, durante el celo, los machos pueden cantar desde posaderos al descubierto.
Posee un canto rápido y monótono, parecido al de una chicharra o un saltamontes, que recuerda al sonido que produce un carrete de pesca al rebobinarse
Estado amenaza:
DD ? Datos Insuficientes
Época observación:
Fuente: wikipedia