Con su aspecto de enorme golondrina, la canastera es una de nuestras limícolas más singulares, ya que ha desarrollado una particular técnica de alimentación, consistente en la persecución de invertebrados aéreos, que se parece notablemente a la utilizada por vencejos, aviones y golondrinas. A la hora de nidificar, esta especie se contenta con todo tipo de lugares despejados próximos a masas de agua, como orillas, isletas y barbechos, donde instala un somero nido en cualquier depresión del terreno.
La canastera común se distribuye por África tropical y el suroeste del Paleártico. La subespecie pratincola, que es la presente en nuestro territorio, cría en las cuencas de los mares Mediterráneo, Negro y Caspio, llegando hasta el este de Asia.
En nuestro país solo se reproduce en territorio peninsular, donde existen varios núcleos de cría dispersos, entre los que destacan la depresión del Guadalquivir y otros enclaves de Andalucía. Además, los ambientes agroesteparios de Extremadura y Castilla-La Mancha, principalmente, y algunos humedales de Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia presentan también colonias de cría.En época de paso puede observarse también en Canarias y, de forma más escasa, en Baleares.
La canastera común, ave limícola un tanto atípica, se ha amoldado a una forma de vida mucho más aérea que otros componentes del grupo y ha desarrollado diversas adaptaciones relacionadas con la alimentación.
Los adultos en plumaje nupcial muestran una coloración general ocrácea en las regiones dorsales, y blanca en las ventrales. La garganta, de tonos crema, aparece circundada por una estrecha línea negra, que se prolonga por la cara del ave a modo de bridas. Los adultos no reproductores tienen las bridas pálidas, unas estrías finas más oscuras en la garganta, el pecho moteado ligeramente de marrón más oscuro y las plumas de las partes superiores con márgenes claros.
Los jóvenes poseen píleo y nuca estriados, exhiben partes inferiores blancas y jaspeadas de marrón en el pecho, y las plumas de su dorso presentan un aspecto escamoso.
Cuando vuela, la canastera luce una silueta muy singular, en la que llama poderosamente la atención, además del blanco obispillo, una larga y ahorquillada cola, como la de una golondrina. Las alas, por su parte, son largas y apuntadas, sorprendentemente oscuras en su cara inferior.
En vuelo, la especie emite un kirrirrirrit-ki–kit-kit constante y rítmico, que se escucha incluso antes de observarla. Su llamada de alarma consiste en un krrriii agudo, que recuerda a la voz del charrancito. También suele proferir un kit más corto.
Longitud
24-28 cm
Envergadura
60-70 cm
Estado amenaza:
Vulnerable VU
Época observación:
Fuente: wikipedia