Una de las aves más enigmáticas y escasas de cuantas habitan en Europa, el treparriscos, es un pequeño pájaro de aspecto inconfundible, vuelo errático y tendencias rupícolas, que se instala en las más altas e inaccesibles cimas calcáreas del continente. Totalmente dependiente de su escaso hábitat altimontano (siempre ocupa paredones entre los 2.200 y los 3.000 metros de altitud), este insectívoro es un ave escasa y difícil de observar que en invierno amplía sus horizontes para recalar en los cañones calizos de la Meseta o entre los canchales de algunas serranías del sur peninsular.
El treparriscos es un ave inconfundible, de vuelo ondulado, espasmódico, como el de una enorme mariposa. Se mueve con extraordinaria soltura por las paredes rocosas, que prospecta meticulosamente para luego, con un corto vuelo, desplazarse a otro punto. El plumaje de este paseriforme es en su mayoría gris y varía ligeramente entre la estación reproductora y el invierno, cuando el ave adquiere una tonalidad más pálida. En esa época, machos y hembras son muy semejantes, pero durante el periodo reproductor el macho lucirá la garganta y el pecho de un intenso color negro, y su plumaje se tornará más oscuro. El rasgo más llamativo de esta pequeña ave altimontana, sin embargo, solo se puede descubrir mientras vuela, pues es entonces cuando despliega sus anchas y vistosas alas de color carmín y plumas de vuelo negras con grandes puntos blancos.
El reclamo lo ejecuta con silbidos agudos y sostenidos, mediante una nota ascendente y otra descendente, tuuuu-ruuiii-ziiuuuu. El canto es semejante al sonido descrito, aunque más variado, con algunos silbidos cortos, tsuíí.
El treparriscos ocupa, exclusivamente, regiones montañosas de Europa y Oriente Próximo, por lo que los núcleos de reproducción, concentrados en las principales cordilleras del oeste del Paleártico, se hallan muy fragmentados.
En Europa aparece, principalmente, en Pirineos, Cordillera Cantábrica, Alpes, Apeninos, Cárpatos, Balcanes y Cáucaso. Contamos con dos núcleos de reproducción en la Península, instalados en los pisos alpino o subalpino: uno en el sector centro-oriental de la Cordillera Cantábrica, principalmente en Picos de Europa, y otro en el Pirineo central. Dada preferencia por el sustrato calizo, es más habitual en el Pirineo central y en la parte más oriental de la Cantábrica.
En invierno, la distribución de estos núcleos se amplía, pues los treparriscos descienden hacia zonas menos frías. Algunos individuos realizan desplazamientos de cierta entidad, gracias a lo cual es posible encontrar invernantes en regiones más meridionales y en áreas de menor altitud.
Longitud
15,5-17 cm
Envergadura
27-32 cm
Época observación:
Fuente: wikipedia